Preguntas Frecuentes
No. El quiropráctico realiza ajustes manuales específicos de las vértebras y diferentes articulaciones con el fin de regular su funcionamiento y no produzcan interferencias en la función del sistema nervioso. Esto nada tiene que ver con los movimientos manuales realizados sobre la piel o músculos conocidos como masaje.
El ajuste quiropráctico es un proceso controlado que utiliza una fuerza mínima y un movimiento preciso. En realidad la mayoría de los pacientes sienten alivio inmediatamente después del tratamiento. El “dolor” momentáneo que puedes llegar a sentir proviene de la tensión que ha generado tu propio cuerpo para sopesar el malestar inicial. Una vez que el quiropráctico haga el ajuste, esa tensión se irá.
Estudios de medicina general y medicina quiropráctica. La carrera quiropráctica tiene una duración de entre 5-6 años académicos, tras los cuales se obtiene el título de Doctor en Quiropráctica. Los ajustes quiroprácticos son aplicaciones manuales muy breves y de gran efectividad, que exigen una gran habilidad que solamente se puede conseguir a lo largo de varios años de aprendizaje en ámbito universitario.
Es por eso que es necesario asegurarse de que tu quiropráctico sea un profesional reconocido por las entidades internacionales de quiropráctica.
Hoy en día, la Quiropráctica es una especialidad sanitaria reconocida en más de 70 países. Constituye la mayor profesión de atención sanitaria natural del mundo. Se calcula que cerca de 100.000 profesionales ejercen la quiropráctica en el planeta y tratan a 30 millones de usuarios al año, por lo que se considera la tercera profesión sanitaria de atención primaria a nivel mundial, detrás de la medicina y la odontología.
¿Esperas a que te duela una muela para visitar a un dentista? Normalmente no. Muchas personas se hacen reconocimientos y limpiezas anuales para mantener tus dientes sanos. Lo mismo ocurre con tu columna vertebral. No hace falta que esperes a tener síntomas para hacerte una revisión, a la más mínima molestia, un quiropráctico puede descubrir su origen y al mismo tiempo ayudarte a sanar.
Al igual que cualquier tratamiento médico, depende del estado del paciente.
La duración del tratamiento, al igual que su frecuencia, depende de múltiples factores: el tiempo que se lleva con el problema, si es sólo funcional o hay otras lesiones degenerativas u otras patologías, el estado de su sistema digestivo, inmune, respiratorio, endocrino, límbico (emocional), etc. Lo que nos diferencia es el enfoque holístico, tenemos en cuenta y examinamos la integridad funcional de todos esos sistemas y asesoramos al paciente para mejorar de modo integral su salud.
Para hacer una corrección estructural, necesitamos ajustar un número de veces, sino no vamos a conseguir que el cuerpo se adapte a la nueva posición de la vértebra. De la misma manera que para potenciar el sistema nervioso. Un único ajuste no suele ser suficiente para hacer una corregir un problema que lleva mucho tiempo en nuestro cuerpo.
La mayoría de nuestros pacientes obtienen mejorías significativas durante el primer mes de tratamiento, que puede suponer de 2 a 8 visitas. Afortunadamente nuestro sistema nervioso es muy plástico pero también muy único, no hay dos sistemas iguales y es difícil generalizar.
Por último, comentar que ningún tratamiento funcional tiene una fecha de finalización si realmente le interesa cuidar tu salud. Una vez disminuyen o desaparecen sus quejas le indicaremos cuál es la mejor frecuencia para seguir mejorando o mantener su estado de salud. En la mayoría de pacientes esto supone una visita cada mes, cada dos meses o trimestral.
Si. El ruido que se aprecia en ocasiones con algunos tipos de ajustes quiroprácticos se debe a un cambio de presión de nitrógeno que está adentro de la cápsula articular.
Un buen historial clínico es clave para formular hipótesis y tener un buen diagnóstico diferencial antes de pasar al examen físico. Todas las preguntas que formulamos al paciente nos dan una idea de qué puede estar causando o agravando su problema. Cuanto más sepamos, mejor.
Pero ojo, cualquier cosa puede sanar cualquier cosa. Un estrés emocional, desequilibrio bioquímico, problemas dentales, traumatismos, intervenciones, malas posturas, etc. pueden ser la causa o motivo de perpetuación de cualquier problema que usted presente y lo más común es que dónde está el síntoma no está el problema.
No es necesario, sin embargo si ya has consultado con otros profesionales de la salud y tienes exámenes como una resonancia magnética, radiografía u otro tipo de test o examen, puede ser un aporte al examen físico en caso de que vengas por una afección en específico.